El aislamiento soplado es ideal para aplicarse en los áticos, buhardillas y tejados de las obras nuevas o en los trabajos de rehabilitación energética de las viviendas y edificios públicos.
Las zonas anteriormente citadas son las que más pérdidas energéticas representan en toda la vivienda al estar directamente expuestas al exterior y por ello cobra una mayor importancia la aplicación de esta técnica de aislamiento térmico y acústico.
Aplicación y materiales utilizados
Esta técnica consiste en la proyección libre del material seleccionado mediante el soplado con aire sin necesidad de hacer obras y solo dejando los pequeños puntos de acceso a los espacios que queremos aislar.
El material se aplica de forma uniforme de manera limpia y rápida, y se pueden conseguir los espesores deseados que pueden ser de forma general entre 20 y 25 centímetros en áticos y buhardillas.
Los materiales más idóneos para aplicar mediante la técnica del soplado son la Celulosa, la Lana de Roca y la Fibra de Madera en ese orden de prioridad.